Olfato del perro -Tu centro canino Damian Machado - Adiestramiento canino, guardería de perros, residencia canina, hotel para perros, adiestrador de perros en Tenerife (Canarias)

El olfato del perro, un mundo de olores

El olfato del perro es 40 veces más agudo que el olfato humano. Sin duda, los perros tienen un mapa de olores del mundo que les rodea. Todo tiene una equivalencia en fragancia. ¿Se imaginan un mundo en el que la mayoría de la información  se transmite en aromas?

El olfato del perro, con más de 300 millones de receptores olfativos, frete a los 6 millones del ser humano, permite afirmar que los perros poseen uno de los sentidos del olfativos más desarrollados de la naturaleza. Y es que para ellos el mundo se presenta a través de un mapa de olores.

Para los perros, y empezando por sus dueños, cada persona tiene un olor que le caracteriza y diferencia del resto de personas. Lo mismo sucede con el resto de perros. Todos hemos visto que, cuando dos perros se encuentran, se huelen y mueven la cola. Por lo visto, esta conducta se debe a que gran parte de los olores identificativos de los perros se encuentran en las glándulas anales, y al mover la cola, contribuyen a esparcir su olor e identificarse ante el resto de perros. A través del olor que desprenden sus glándulas, no solo se transmite su identidad, sino que también aportan información de su estado de ánimo.

Así, el olfato del perro les ayuda a mantener una conversación con el resto de perros, lo cual le es útil a la hora de reconocer a otros perros que ya conocen, y al conocer su estado de ánimo, le permiten comportarse de una forma más adecuada. Es decir, es como cuando conocemos a una persona, le damos la mano, le decimos nuestro nombre y entablamos esa primera conversación.

 

¿Cómo funciona la nariz de un perro?

Mientras que los humanos tenemos alrededor de 5 millones de receptores olfativos en la nariz,  los perros tienen alrededor de 300 millones. Los perros también tienen lo que se conoce como «segunda nariz». Se trata de el llamado órgano vomeronasal, también conocido como órgano de Jacobson.

 

¿Qué es el órgano de Jacobson de los perros?

El órgano vomeronasal, o órgano de Jacobson está situado en la cavidad nasal cerca del techo de la boca. Una peculiaridad de éste órgano es que está conectado a un área del cerebro del perro completamente diferente al  que está conectado el resto de la nariz. Este sorprendente órgano permite a los perros detectar compuestos químicos específicos. Los perros adultos usan este «equipamiento extra» para detectar feromonas y parejas potenciales, entre otras cosas. Los cachorros pueden usarlo para encontrar la fuente de la leche materna.

Con todas esas células olfativas y el órgano vomeronasal a su favor, los perros no solo huelen más cosas que nosotros; perciben y procesan el mundo de manera diferente. Si bien el cerebro de los perros es más pequeño que el nuestro, el área de su cerebro dedicada al olfato es 40 veces más grande que la de los humanos.

 

Los perros cuentan con células olfativas específicas

Tal es la importancia del olfato para el perro, que hasta cuentan con células olfativas especializadas.

Células especializadas llamadas neuronas olfativas se utilizan para detectar olores”, dice el Dr. David Dorman, DVM y profesor de Toxicología en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Carolina del Norte.

Los perros tienen muchas más de estas células en comparación con las personas. La nariz de un perro es a menudo 1000 veces o más sensible que nuestra nariz humana para detectar un olor. Esto permite que los perros detecten algunos olores en el aire en concentraciones  de una parte por billón o menos”.

Si te estás  preguntando qué tan pequeño es esa proporción,  ya te digo que es increíblemente, increíblemente pequeño. “Detectar una parte en mil millones es como encontrar pruebas de que un paquete de azúcar se ha disuelto en una piscina olímpica”, dice el Dr. Dorman.

 

¿Cómo es la cavidad nasal de los perros?

La estructura de la nariz es el secreto de su asombrosa capacidad para detectar y comprender los olores. La cavidad nasal de un perro se divide en dos cámaras separadas y se abre en dos fosas nasales. Cada una de estas fosas nasales puede moverse de forma independiente a la otra  y  absorber los olores por separado. Cuando un perro olfatea, las partículas y los compuestos químicos quedan atrapados en las mucosas de su cavidad nasal,  mientras los receptores del olor los procesan.

Las partículas de olor también quedan atrapadas en el exterior húmedo de la nariz. Parte del aire inhalado se destina al análisis olfativo y parte a los pulmones para que el perro pueda respirar. Cada vez que un perro inspira aire, nuevos olores entran en su nariz, maneniendo un flujo constante de olores.

 

Otra de la funciones de la nariz es calentar el aire.

Calentar el aire inspirado para que esté más cerca de la temperatura corporal facilita el funcionamiento de los pulmones. Esto se consigue gracias a los múltiples pliegues que aumentan el área de superficie y recorrido del aire.

 

``Hay muchas maneras de olfatear, y el método humano no es el mejor” Alexandra Horowitz.

El olfato del perro: Una herramienta de supervivencia canina

Diversos estudios han demostrado que los perros pueden detectar olores a una profundidad de 12 metros bajo tierra. Esto cualidad del olfato del perro ha permitido a los canes saber que madrigueras ocultan posibles presas, que tipo de animal se esconde en ellas, y por tanto, valorar si merece la pena el esfuerzo de escarbar para intentar darle caza. Esta particular característica ha sido utilizada por las fuerzas de seguridad y salvamento para entrenar canes con el fin de localizar supervivientes y a las víctimas enterradas entre escombros tras un terremoto o bajo aludes de nieve, por ejemplo.

También, les permite percibir olores cuyo origen está a más de 2 kilómetros de distancia, lo cual tiene una especial utilidad a la hora de localizar posibles presas o depredadores, localizar al resto de los miembros de una manada, u orientarse tomando la dirección de los olores como referencia. Es por esto que los perros se han utilizado históricamente para la caza, rastreo de drogas y la búsqueda de desaparecidos.

 

Un mundo de olores

No solo son capaces de detectar y diferenciar un mayor número de olores que los seres humanos, los perros también son capaces de captar mayor diferencia de matices de un mismo olor. Del mismo modo que reciben los olores a través del aire, también son capaces de captar olores de aquello que lamen o ingieren. Esto se debe a un órgano conocido como “Órgano de Jacobson”, que además tiene una función vital a la hora de detectar las feromonas.

 

Me pregunto si este es el motivo por el qué a muchos perros les gusta sacar la cabeza por la ventanilla cuando van en coche.

 

Si, los perros son capaces de captar olores que están presentes en el aire, en todas las cosas que lamen y en lo que ingieren. Quién nos iba a decir que cuando nuestros perros nos lamen, a parte de expresarnos su cariñó, nos están oliendo.

 

Nada como un paseo para estimular el olfato del perro

Como ya hemos visto, los olores percibidos a través del olfato, son parte importante de la comunicación social e interacción de los perros con el mundo que lo rodea. Con un sentido tan desarrollado, los perros necesitan poner en práctica y dar uso a olfato. En nuestro hogar, el perro se rodea siempre de los mismos olores, está familiarizado con ellos y desde hace tiempo, han dejado de ser un estímulo para él.

Por eso, a parte de otras razones, es aconsejable y saludable sacar a pasear a tu perro. Deja que su cerebro perciba y proceses toda esa información nueva y estimulante. Cambia de ruta, llévalo al monte a caminar y a lugares donde no haya estado.

 

perro olisqueando unas hojas

 

Comprobarás que no dejará de olisquearlo todo y de moverse de un lado a otro para encontrar que es lo que desprende este, ese o aquel aroma. Se parará a examinar con el olfato aquellos olores que le despiertan más curiosidad o le resultan más atractivos. Al fin y al cabo, el olfato del perro, es su sentido más desarrollado, es una de las cosas que más le gusta hacer y que realizan de forma instintiva.

Con estos paseos llenos de fragancias, mejoras indudablemente su salud y bienestar.

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“En la mente de un perro – Lo que los perros ven, huelen y saben” de Alexandra Horowitz

Una recomendación de lectura

Les recomiendo leer el libro “En la mente de un perro – Lo que los perros ven, huelen y saben”. Un libro de Alexandra Horowitz, profesora de ciencia cognitiva y directora del Laboratorio de Cognición Canina del Barnard College de Nueva York. Se trata de una guía imprescindible para comprender un poco mejor el comportamiento del perro.



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