uso y mitos del bozal para perros

¿Por qué algunos perros llevan bozal? El bozal para perros: Uso y mitos del bozal

bozal para perros

¿Qué idea tienes del bozal para perros?

Es muy frecuente que el  bozal para perros lo asociemos con problemas de agresividad y reactividad en los perros. Tanto es así, que te voy a proponer que hagas un ejercicio mental: ¿Qué imágenes te vienen a la cabeza cuando cuando piensas en un perro con bozal?. ¿Te vienen imágenes de un perro gruñendo, intimidante, mostrando los dientes?. Si es así, no eres el único. Es cierto que el bozal es obligatorio para algunas razas de perros catalogadas como perros potencialmente peligrosos, pero no es su única indicación. Si continuas leyendo veras que el bozal es un accesorio más, como podría ser la correa o el arnés. Descubre cuales son los múltiples uso del bozal para perros, y que para el perro bien adiestrado no es un problema utilizarlo.

 

Nuestro concepto de bozal se basa mucho en los medios de comunicación, en las que aparecen enfatizando la agresividad de la conducta de un determinado perro, y cómo ha sido necesario utilizarlo para evitar mayores problemas. En las películas, se utiliza para resaltar visualmente que estamos ante un perro «peligroso», enfadado y listo para atacar. Como resultado negativo de todo esto, los bozales ya no se consideran una herramienta de entrenamiento común y útil, sino un castigo para los perros agresivos que no se pueden controlar. En realidad, muchas de nuestras percepciones sobre los bozales se basan en simples malentendidos y, en algunos casos, están arraigadas en un mito basado en estos conceptos erróneos.

perro con bozal

Nuestro concepto de bozal se basa mucho en los medios de comunicación, y en las películas, en las que  se utiliza el bozal para resaltar visualmente que estamos ante un perro «peligroso», enfadado y listo para atacar

¿Cuáles son los mitos o conceptos erróneos sobre el bozal para perros?

Como ya hemos dicho, existen muchos mitos o conceptos erróneos acerca de los bozales y su uso. Las ideas preconcebidas que tenemos sobre ellos, nos alejan de la realidad. Y es que los bozales son accesorios útiles. Además, los perros que han recibido un buen entrenamiento de adaptación al bozal, no tienen mayores problemas en usarlos durante algunos momentos del día, como los paseos. No hay motivo alguno para estigmatizar a los perros que llevan un bozal.

Estas son las ideas preconcebidas más frecuentes sobre los bozales:

 

1. Primera idea errónea: los bozales sólo se usan para evitar que un perro muerda

Los bozales son herramientas preventivas útiles para evitar que los perros se involucren en comportamientos peligrosos con la boca, y eso no significa solo morder.

Los bozales pueden ser especialmente útiles para los perros a los que les gusta comer cosas que no son alimentos. Seamos realistas, los perros tienden a seguir su olfato, pero en ocasiones eso puede llevarlos por mal camino. Durante sus paseos, o al estar suelto en tu finca, tu perro podría comer algo potencialmente tóxico o peligroso, como un animal muerto, basura, o  alimentos en descomposición.

Los bozales también son una buena opción para los perros que han desarrollado un hábito aún menos deseable: comerse los excrementos de otros animales.

Así que, la próxima vez que veas a un perro en el parque con un bozal, ten en cuenta que puede que no sea agresivo, sino que tiene el mal hábito de comer «cosas» que no son alimentos y que podrían ocasionarle problemas de salud. Es posible que lleve el bozal por indicación de su adiestrador, y que el perro esté pasando por un proceso de adiestramiento.

 

2. Segunda idea errónea: un perro con bozal  es un perro que ya mordió a alguien en el pasado

El hecho de que un perro lleve un bozal no significa necesariamente que haya mordido a alguien en el pasado. De hecho, muchos propietarios usan bozales como medida preventiva para garantizar que su perro y las personas que lo rodean estén a salvo. La verdad es que muchos perros nunca han mordido porque llevan bozal.

Los perros nos suelen dar una serie de señales de aviso para que sus dueños sepan cuando están estresados ​​o asustados. Si el dueño desconoce estas señales, suele forzar a su perro a alguna situación que es muy incómoda, o en la que el perro se siente amenazado, pudiendo ocasionar la reacción de morder.  Normalmente,  evitar o eliminar esas situaciones suele ser suficiente para evitar la reactividad del perro. Sin embargo, si sabes que tu perro reacciona con mucha facilidad,  acostumbrarlo a usar un bozal sería una muy buena solución. Todo esto te ayuda a evitar problemas mientras acudes a un adiestrador para que te ayude con el problema.  Tu educador de confianza, también puede indicarte como hacer que tu perro se acostumbre correctamente a usar el boza.

 

3. Tercera idea errónea: mi perro es sociable, no hay razón alguna para usar un bozal para perros

¡Cualquier perro puede llevar bozal!.  Además ,de proteger a tu perro de comer  basura o caca, los bozales son herramientas seguras y efectivas que pueden ayudar incluso a los perros más sociables a superar situaciones estresantes de manera segura.  Además, el uso de un bozal, te ayuda a ti como dueño a adquirir seguridad y enfrentarte a algunas situaciones con tu perro.

Si cuando sales al parque con tu perro estás en tensión pensando que en cualquier momento va a morder a algún otro perro, un bozal puede ayudarte.

Durante las visitas al veterinario, especialmente si tu perro ya está enfermo o sufre algún dolor, el bozal garantiza la seguridad del personal veterinario. Los bozales también pueden jugar un papel importante después de una visita al veterinario. Un bozal de canasta es una excelente alternativa al típico collarín, para evitar que su cachorro lama o muerda los puntos o una herida. Un perro que ha sido entrenado adecuadamente para usar un bozal, por otro lado, puede recuperarse de la cirugía sin el estrés adicional del collarín.

 

4. Cuarta idéa errónea: los bozales son crueles

Cuando se usa correctamente, un bozal que se ajuste bien no tiene por que causarle a tu perro ningún dolor o malestar. Es normal que a tu perro se sienta incómodo la primera vez que use un bozal. Pero el entrenamiento básico de refuerzo positivo puede ayudarlo a acostumbrarse a su nuevo accesorio. Los perros pueden jadear, beber agua e incluso tomar golosinas con facilidad una vez que están acostumbrados a su bozal.

¿Cuál es el mejor tipo de bozal para perros?

En el mercado podemos encontrar dos tipos principales de bozales para perros:

1. Bozales de tubo

Los bozales de tubo reciben este nombre por que tienen una forma cilíndrica abierta por ambos lados. Suelen estar hechos de telas resistentes, nylon e incluso cuero. Se trata de bozales que hacen que el perro lleve la boca totalmente cerrada y  que se ajustan a la cabeza del perro a través de correas. Suelen tener  cierres en velcro para poder ajustarlo más adecuadamente.

Este tipo de bozales no permiten al perro abrir la boca, por lo que no puede beber, comer o jadear. Si tenemos en cuenta que los perros controlan su temperatura a través de la boca y el jadeo, este tipo de bozales no es el más adecuado para garantizar su bienestar. Debe usarse en momentos muy concretos, breves y supervisados en todo momento por profesionales.  Es por todo esto por lo que este tipo de bozales son los menos recomendables.

bozal de tubo de nylon

2. Bozales de cesta o canastilla

Los bozales de cesta o canastilla suelen presentar una especie de cesta alrededor del hocico del perro.  Suelen estar realizados en plástico u otro material resistente y se ajustan a la cabeza del perro. Al contrario que los de tubo, permite al perro abrir la boca, por lo que puede comer, beber y jadear. De esta forma el perro estará más cómodo. Ofrecen seguridad y además pueden usarse durante tiempo más prolongado. Son adecuados para sacar al perro a pasear o al parque, y no requieren una supervisión constante.

perro con bozal durante un entrenamieto

El uso del bozal en perros potencialmente peligrosos (PPP)

Además de para todas las indicaciones que te hemos dado en este artículo, en España, existe la Ley 50/1999, de 23 de diciembre,  que establece el régimen jurídico de la tenencia de animales potencialmente peligrosos. Si somos propietario de alguna de las razas citadas específicamente en esta ley, o nuestro perro cumple con las características descritas en ella, tenemos la obligación de hacer uso del bozal a nuestros perros. Sobre todo si vamos a viajar con ellos en medios de transporte públicos o salimos a la calle con ellos.

 

¿Qué razas de perro están descritas como perros potencialmente peligrosos?

Específicamente las siguientes razas están catalogadas en España como perros potencialmente peligrosos:

      1. Pitbull
      2. Staffordshire Bull Terrier
      3. American Staffordshire Terrier
      4. Rottweiler
      5. Dogo Argentino
      6. Fila Brasileño
      7. Akita Inu
      8. Tosa Inu

 

Además, si tu perro responde a alguna de estas características que se mencionan en la ley 50/1999, también tendrás que utilizar el bozal:

  • En perros con un peso por encima de los 20 kg, cuya altura oscila entre 50 y 70 cm y su anchura torácica esté entre 60 y 80 cm.
  • Si se trata de un perro de fuerte musculatura,  con un aspecto robusta,  de gran fuerza física y resistencia.
  • Si el perro demuestra un carácter fuerte,  es feroz y tiene conductas agresivas.
  • Cuando el perro posee una cabeza grande, fuerte, de frente redondeada.
  • Con los perros con fuertes mandíbulas
  • Si el perro tiene el cuello ancho, corto y robusto.
  • Si existen antecedentes de agresiones a otros perros, animales o personas.
  • Si previamente el perro ha protagonizado peleas o ataques a otras perros o personas.

 

Para determinar si tu perro cumple con estas características y debe ser incluido en la categoría de perros potencialmente peligrosos, tu veterinario deberá elaborar un informe.

Además, te aconsejamos que tengas en cuentas las posibles leyes para regular la tenencia de perros potencialmente peligrosos de cada Comunidad Autónoma. Por ejemplo, en Canarias el decreto 30/2018, de 5 de marzo regula esta materia. Si resides en Canarias, debes tener en cuenta esta ley. Entre otras cosas, obliga a inscribir al perro en un censo de perros potencialmente peligrosos, y a obtener un permiso específico para su tenencia.

No obstante, también tendrás que estar atento a posibles cambios en la ley nacional o los decretos autonómicos, así como las normativas municipales del municipio en el que vives o por los que te desplaces con tu perro.

 

¿Cómo puedo hacer que mi perro se acostumbre al bozal?

Para habituar a tu perro a que acepte el bozal, tendrás que tener en cuenta que se trata de un proceso que puede llevar bastante tiempo. Todo pasa por que el perro cree una asociación positiva con el bozal. Durante todo el proceso, si tu perro parece estar incómodo en alguno de los pasos anteriores, retroceda hasta el paso anterior en el que si se muestra seguro y calmado. Usa refuerzos positivos antes de pasar al siguiente paso. Podemos resumir  el proceso en 4 pasos:

 

1. Presenta el bozal a tu perro.

  1. Comenzamos  con dejar que el perro lo huela y se acerque a el. Ponlo en el suelo con sus golosinas favoritas dentro y alrededor. Así el perro tendrá que entrar en contacto el. Si el perro parece nervioso durante este paso, no fuerces la situación y deja el bozal en un lugar visible y accesible para el.  De vez en cuando, repo las golosinas que se encuentran dentro y alrededor del bozal.
  2. Sujeta el bozal por la canastilla con la abertura hacia el perro y las correas apartadas. Coloque golosinas dentro del bozal y anímale a cogerlas, para lo cual tendrá que meter el hocico dentro de la canastilla. En este paso asegúrate de que siempre es tu perro el que decide meter su hocico en la canastilla y nunca al revés. Cuando le acerques el bozal, asegúrate de que esta cerca de ti y siempre  a la altura de su nariz.

 

2. Aumentar el tiempo en el que el hocico del perro está dentro del bozal.

  1. Enseña a tu perro el bozal en una mano y guarda unas cuantas golosinas en la otra mano que colocarás a tu espalda. Cuando el perro meta la nariz en el bozal en busca de premios, aliméntelos instantáneamente a través de las rejillas de la canastilla del bozal.
  2. Prolonga el tiempo entre golosinas mientras la nariz de tu perro está en dentro del bozal, y aumenta el tiempo que tardas en darle la golosina progresivamente. Si el perro quiere sacar su nariz del bozal, no lo impida, deje que lo saque sin forzar nada.

 

3. Habituar al perro a las correas del bozal.

  1. Mientras la nariz de tu perro está dentro del bozal esperando el próximo premio, empieza a levantar las correas del bozal cerca su cabeza, luego déjelas caer y dele un premio. Para liberar tus manos para manipular las correas alrededor de la cabeza del perro, puedes usar tus piernas o un taburete o almohada que lo mantenga a la altura de su nariz.
  2.  Una vez que ha ganado confianza y no muestra signos de que le molesten las correas alrededor de la cabeza, abróchelas y desabróchelas al momento. Luego dale una golosina. Aumenta el tiempo en el que las correas permanecen abrochadas progresivamente, y prémielo con una golosina.

 

4. Hazlo divertido

  1.  Una vez que el perro se sienta cómodo usando el bozal, paséalo por casa durante momentos cortos  y prémialo con una golosina al final de cada paseo. Es importante vigilar al perro en busca de signos de molestias mientras usa el bozal y quitárselo antes de que comience a desesperarse.
  2. Ahora usa el bozal cada vez que salga con el a pasear y llévalo a sus sitios favoritos.

 

 

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