El refuerzo positivo en perros

El refuerzo positivo en perros: Educa a tu perro con recompensas

Educa a tu perro con recompensas: El refuerzo positivo en perros

La educación de tu perro

En otros artículos de este blog ya hemos hablado de la importancia y los beneficios que tiene la educación para tu perro. Si ya eres consciente de todo esto y quieres ponerte manos a la obra, deberías leer éste artículo.

 

La valoración previa

El proceso de educar y adiestrar a tu perro consta te diferentes fases. En cada una de ellas se aplican muchas técnicas y herramientas de educación.  Cuando acudes a un adiestrador, lo primero que hará es una valoración inicial de perro. En esta primera valoración tu eres parte importante.  Debes indicarle al adiestrador las necesidades educativas de tu perro. Cuáles son esas conductas o situaciones que quieres comenzar a abordar correctamente, y cuales son tus objetivos o metas en su educación. Recuerda que en todo el proceso de educación de tu perro,  tu eres parte importante.

Con esta valoración previa, el educador podrá diseñar un proceso de educación específico para tu perro.

 

Un plan de educación específico para tu perro

Una vez que se ha hecho una valoración previa, se determinan las necesidades educativas de tu perro. Por ejemplo, el educador puede comenzar con sesiones de entrenamiento individuales, y posteriormente a sesiones grupales. También puede que utilice la guardería como parte del entrenamiento o para observar determinados comportamientos de tu perro. Incluso, para valorar el grado de avance en el entrenamiento. Además, cada perro tiene su personalidad, carácter y su propio ritmo de aprendizaje. Por lo que el número de sesiones puede estar en función de:

  • Dificulta de los objetivos de entrenamiento
  • Carácter, personalidad bdel pero
  • Ritmo de aprendizaje del perro

 

El refuerzo positivo en perros: Educa a tu perro con recompensas

Una de las técnicas  utilizadas para la educación canina es el refuerzo positivo.

Con el refuerzo positivo buscamos  repetir y afianzar una conducta a través de estímulos y recompensas, que pueden ser premios materiales (un juguete, un snack…) o recompensas como refuerzos positivos verbales, caricias, atenciones, mimos, etc.   El refuerzo positivo es más efectivo si utilizamos aquellos premios o recompensas que a nuestros perros más les gustan. Con esto les ayudamos a disfrutar de ser buenos.  En pocas palabras, el refuerzo positivo significa entrenar con recompensas y darle a tu perro algo que realmente quiere y le gusta cuando se comporta de la manera que a ti te gusta o que consideras correcta.

En otras palabras,  podemos decir que entrenar con recompensas consiste en enseñarle a tu perro que suceden cosas buenas cuando hace una buena elección. Cuando tu perro reciba una recompensa, lo asociará con lo que sea que acaba de hacer y será más probable que vuelva a repetir la conducta. Por ejemplo, si le das un premio cuando tu perro levanta una pata, es más probable que vuelva a hacerlo la próxima vez que se encuentre en la misma situación.

El refuerzo positivo aparece en todos los tipos de adiestramiento y procesos de educación de los perros, sobre todo en la educación en obediencia básica.

 

¿Por qué educar a tu perro a través del refuerzo positivo?

Entrenar con recompensas es la mejor manera de estimular a tu perro para que se comporte como te gustaría todos los días. Es una forma de obtener las conductas deseadas en tu perro, a través de premios y con una constante: La repetición y constancia por parte de sus educadores.  En cuanto a los motivos, te damos algunos:

    • La ciencia nos dice que el entrenamiento basado en recompensas es la mejor manera para que los perros aprendan
    • El entrenamiento con recompensas es divertido y ayuda a construir un vínculo positivo entre el perro y el dueño
    • Los propietarios  de perros que entrenan con recompensas experimentan menos problemas de comportamiento en sus perros
    • El entrenamiento basado en recompensas puede ayudar a desarrollar la confianza y alentar a los perros a pensar por sí mismos
    • Educar a través del refuerzo positivo mejora la percepción del dueño por parte del animal. Esto es especialmente relevante cuando reeducamos a un perro de refugio, por ejemplo.

 

¿Cuál es la mejor recompensa para la educación mediante el refuerzo positivo?

Pues la verdad, es que hay tantas buenas recompensas como perros en el mundo. Y es que la mejor recompensa es aquella que más le gusta especialmente a tu perro.  Puede ser su snack favorito, que lo acaricien, jugar en el agua, que le liberen de la correa durante los paseos, poder morder su juguete favorito…  Cualquier cosa que le guste especialmente puede ser la mejor recompensa.

 

La comida: una recompensa universal

Por lo general, la comida es una de las recompensas más generalizadas, ya que todos los perros son golosos. Pero no vale cualquier cosa. Como ya hemos dicho, tiene que gustarle a tu perro, y además te aconsejamos que:

  • Elije algo que sea seguro para tu perro y de su agrado
  • Procura no sobrealimentar a tu perro: Si usas comida como recompensa, es posible que debas reducir la ración durante las comidas.
  • Usa diferentes tipos de recompensas en función del grado e importancia del logro: Usa lo que más le gusta para recompensar primeros logros y conductas difíciles, y recompensas más habituales y menos estimulantes para mantener una conducta.

 

Los juguetes como recompensa

A algunos perros les encanta jugar, y puedes usar juegos en los que intervengan juguetes, como buscar o tirar, para recompensarlos por su buen comportamiento. Asegúrate de enseñarle cómo y cuando soltar los juguetes mediante un entrenamiento basado en recompensas para que pueda aprovechar al máximo sus sesiones.

 

Recompensar con atenciones: cuidados, caricias y mimos

A menudo subestimamos lo valiosa que es nuestra atención. La mayoría de los perros se sienten bien cada vez que los miramos, los tocamos o les hablamos. Esto significa que estamos constantemente influenciando su comportamiento con nuestra atención. Ten presente  que debes recompensar siempre a tu perro con atenciones por todas y cada una de las  buenas decisiones que tome.

 

La importancia de recompensar siempre y cambiar de recompensas  con el tiempo

Cuando comiences a entrenar una nueva habilidad, es importante que recompenses a tu perro cada vez que lo haga bien. Cuando han aprendido el nuevo comportamiento y pueden hacerlo bien en una variedad de entornos, se puede cambiar el tipo de recompensa que les das. Esto se hace para que no tengas que darles una golosina por el hecho de sentarse cuando se lo pides por el resto de su vida. Puedes cambiar la recompensa por un «buen chico» en su lugar. Aunque también, de vez en cuando, es recomendable darles una golosina como premio.

 

Los marcadores: un factor importante

Te resultará muy útil tener un marcador. Se trata de una señal que le dice a tu perro exactamente cuándo está haciendo algo que correctamente. El marcador le dice a tu perro «sí, lo has hecho bien y estoy a punto de darte una recompensa». El marcador siempre debe ir seguido de la recompensa para que el perro pueda estar seguro de que hizo las cosas bien.

Un marcador puede ser una palabra corta y contundente como «sí» o «muy bien». Pero también puede usar un dispositivo mecánico de clic o un gesto, como un pulgar hacia arriba. Cuando hayas elegido un marcador,  asegúrate de que todo el mundo sabe cual es y lo emplea de la misma manera que tu.  De esta forma, tu perro nunca se confunda, independientemente de quién lo esté entrenando.

Cuando le enseñe a tu perro un nuevo comportamiento, usa el marcador en el momento exacto en el que el perro está haciendo lo que quieres.  Así, el perro sabrá que su recompensa está en camino, y también sabrá exactamente qué acción debe repetir para pder obtener su próxima recompensa.

 

Un error frecuente: Usar el refuerzo positivo en perros para conductas negativas

Aunque no nos damos cuenta, o no tenemos intención de hacerlo. En muchas ocasiones, reforzamos positivamente conductas negativas o no deseadas. Lo verás mejor con un ejemplo.

Tu perro ladra por las noches y molesta a los vecinos, y ya has tenido varias quejas por ello. Es posible que en alguna ocasión te hayas levantado de noche y le has dado ese hueso que tanto le gusta mordisquear. Tu intención es que se distraiga, se entretenga y deje de ladrar. Pero si lo piensas bien, lo que has hecho es reforzar positivamente una conducta negativa. Lejos de evitar la conducta, estás promoviéndola. Tu perro puede asociar el ladrar de noche, cuando todo está en silencio con la obtención de su hueso favorito. Seguro que visto así, ya te has dado cuenta que esa no es la solución.

Te invito a reflexionar: Repasa la conducta de tu perro y tu interacción con él. Seguro que sin querer,  le has reforzado positivamente alguna conducta negativa, y por eso no deja de hacer lo que hace y tanto te disgusta.

La solución es fácil: Una vez identificada la situación, busca una alternativa, espera a que tu perro realice la conducta deseada antes de reforzarlo.

 

Busca la ayuda de un adiestrador

No te frustres. Hay perros muy complicados, y objetivos muy difíciles.  Muchas veces tu perro te lo va a poner complicado y serás incapaz de que se centre en el proceso educativo. Diferentes entornos plantean diferentes retos.

Apóyate en un adiestrador para que te de pautas y consejos específicos para tu perro.  Los profesionales de la educación y el adiestramiento pueden ayudarte  a identificar los problemas de adiestramiento y conducta que tiene tu pero. Además, te enseñarán a educar a tu perro y resolverán todas tus dudas.

 

¡Contacta con nosotros… estaremos encantados de ayudarte!

 

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